Es bien sabido que los mexicanos son gente emprendedora y este espíritu domina el mundo de los negocios en el país. Datos de la Secretaría de Economía (SE) revelan que el 99% de la actividad empresarial en México corresponde a las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes); mientras que existen más de 1.2 millones de personas (en su mayoría mujeres) dedicadas a la venta directa, según cifras de la asociación mexicana de ventas directas (AMVD).
Si quieres formar parte de estas estadísticas e iniciar un negocio pero te desanima no tener la suficiente experiencia empresarial, no te preocupes. La buena noticia es que con una asesoría correcta puedes convertirte en todo un empresario.
Actualmente existen apoyos que te ayudarán no sólo a hacer realidad tu proyecto, sino que te enseñarán, de la A a la Z, todos los elementos, técnicas y procesos necesarios para convertir tu emprendimiento en un caso de éxito.
Gana la carrera.
La capacitación es como el entrenamiento en el deporte. Considera lo siguiente: si un atleta se prepara durante 15 años para correr los 400 metros planos en las Olimpiadas y su competidor se presenta sin mayor entrenamiento, la diferencia de tiempos al llegar a la meta será de varios segundos. Y son esas fracciones las que determinan si el deportista se mantiene en la pelea por las medallas o lo descartan.
En los negocios sucede lo mismo. Para asegurar el éxito debes prepararte para conseguir los mejores resultados, aspirar a mayores estándares de calidad y reducir al mínimo el riesgo de fracaso. Y para mantenerte actualizado, una buena idea es buscar cursos y talleres para emprendedores en universidades, instituciones especializadas y escuelas de negocios; incluso en la misma empresa a la que perteneces.
Toma en cuenta que la capacitación y la asesoría deben ocurrir antes, durante y después de que hayas iniciado, ya que constantemente salen al mercado nuevas técnicas y empresas competidoras que te obligan a mantenerte al día.
Por eso, antes de dar el sí para sumarte a una red de negocios, la recomendación es que verifiques si la compañía te ofrece entrenamiento permanente. Esto en cuanto a técnicas de ventas, desarrollo de habilidades comerciales, administración, liderazgo y trabajo en equipo, no sólo a nivel teórico, sino práctico.
También deberás conocer a la perfección el producto o servicio que venderás, pues así te será más fácil convencer a los consumidores sobre los beneficios y diferenciadores de tu oferta.
Entonces, ¿quieres llegar en primer lugar o ser el que se quedó atrás por unos cuantos segundos? Fuente: Ilse Maubert Roura
Raymundo Carrasco Arreola
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